importancia. En segundo lugar, creo que Dios no quiso que tuviéramos los manuscritos originales a causa de nuestra tendencia humana a adorar los objetos religiosos. Finalmente, aunque no tenemos los textos originales, confiamos en el Señor, sabiendo que en su soberanía, Él nos provee el acceso a Su Palabra en forma pura y confiable. Es como escuchar una antigua casete de audio con un mensaje de tu padre. No es exactamente lo mismo que escucharlo en persona, y si hacen copias de las copias, algo de
Page 71